¿Qué es el proceso de recocido del PLA 870?

El proceso de recocido en horno de un filamento es un tratamiento térmico muy utilizado en el post procesado de piezas impresas en 3D. Con esta técnica se busca mejorar la firmeza, la resistencia a la tracción y la resistencia al calor.
Es cierto que a la gran mayoría de makers nos encanta imprimir con filamento PLA, porque es más económico, por la variedad de colores y a diferencia de otro tipo de filamentos tenemos menos problemas con el warping y lo mejor, ¡es biodegradable!

Pero dependiendo del proyecto, si necesitamos producir piezas con más resistencia nos decantamos por el filamento ABS que nos permite una impresión rápida y estable sin renunciar a la dureza y la resistencia del material.
Gracias a una formulación exclusiva de NatureWorks estamos fabricando nuestro filamento PLA 870 con un diámetro de 1,75 mm o 2.85 mm para impresoras 3D con tecnología FFF/FDM.

Destacamos el PLA 870

Se trata de un tipo de filamento biodegradable y respetuoso con el medio ambiente, hecho a base de ácido poliláctico (PLA).
Es una excelente opción para aquellos que buscan un material versátil, fácil de imprimir y con resultados de alta calidad. El PLA 870 no emite olores desagradables durante el proceso de impresión, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos que trabajan en espacios cerrados. Además, el PLA 870 es más fácil de imprimir que el ABS, ya que no requiere de una cama caliente y es menos propenso a la deformación.

• Consigue una resistencia al impacto superior al ABS en un 50%.
• Si realizamos el postproceso de recocido conseguiremos aumentar su resistencia hasta 120%.
• Facilidad de impresión al tratarse de un polímero como es el PLA.
• Temperatura del nozzle: entre 200ºC y 230ºC.
• Temperatura de la cama: entre 50ºC y 60ºC.

¿Qué es el post proceso de recocido?

El recocido es un proceso de aumento de temperatura para mejorar la firmeza, resistencia a la tracción y resistencia al calor de un objeto determinado.
En pocas palabras, estamos hablando de calentar el plástico hasta el punto en que sus moléculas puedan reorganizarse, lo que hace que su estructura sea más firme, estable y con menor tensión interna.

Para ello, debemos meter las piezas en un horno a una temperatura de entre 110ºC y 120ºC durante unos 20 minutos, podemos utilizar un horno convencional.

Es importante que durante este tiempo estemos pendientes de las piezas para que no se deformen por el calor y, podemos estar tranquilos porque no produce humo ni mal olor durante el proceso.
Al sacar las piezas del horno, una vez se hayan enfriado, verás que son más resistentes y se han endurecido perdiendo parte de su flexibilidad.

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